miércoles, 13 de febrero de 2013

A promise that endures over time

Título.- A promise that endures over time
Autor.- Kira Uzumaki Hyuuga
Couple.- Naruhina, MenHina
Género.- Drama, Aventura, Heterosexual, Humor, Batallas +18
Nota.- Naruto no me pertenece es de exclusiva propiedad de Masashi Kishimoto




A promise that endures over time






Prólogo

Había pasado aproximadamente un año y medio desde que Madara Uchiha y Obito Uchiha habían atemorizado al mundo Shinobi con su plan "Ojo de Luna", si bien había sido una batalla campal cobrando varias vidas importantísimas al final la paz había llegado a cada ciudadano de las aldeas implicadas, dejando como resultado una gran alianza ninja donde las naciones se habían unido para prolongar la paz tal cual Jiraiya, Minato y ahora Naruto lo habían deseado. No había sido un camino fácil para ninguno de los shinobis involucrados, ya que familias, parientes, hijos y padres habían caído en el campo de batalla para salvar al mundo. Por otro lado Sasuke gracias a Naruto y por sobre todo gracias a sus propios padres los cuales había visto cuando se encontraba al borde de la muerte había purificado su oscuro corazón, rompiendo con ello la leyenda del "Clan maldecido por el odio" para intentar crear una nueva vida a partir de quienes nunca le habían dejado solo, sus amigos, en especial aquella chica de cabellera rosada que en ocasiones se había vuelto una molestia para su persona, y que sin embargo seguía a su lado sin importar que no le quisiera como ella lo hacía.


Pero no solo nos centraremos en la historia de este chico sobreviviente de un Clan casi extinto, el joven capaz de dominar a los Bijuu también había crecido de forma madura, se había vuelto mucho más fuerte y con su espíritu valiente había logrado que los aldeanos le respetaran casi igual que a un Kage, ya no sería un secreto si el día de mañana Naruto lograba su sueño, pues todos estaban de acuerdo con ese hecho, en especial cierta heredera de uno de los clanes más fuertes de Konoha, quién con el tiempo no solo había conseguido acercarse más al hombre de sus sueños sino que había logrado a través de sus gestos y preocupaciones ganar algo de su corazón. Si señores, Naruto Uzumaki sentía algo por aquella chica de ojos perla, y aunque no se había percatado tiempo finalmente había llegado el día en que tendría que confesársele, o al menos eso le había dicho Sakura en una de las cuantas visitas que había hecho en su consulta en el centro de la ciudad.

-. Flash Back. –

- Pero… Sakura – Chan contigo siempre fue fácil invitarte a comer ramen al Ichiraku, he incluso decirte que me gustabas mucho.
- Pues de seguro eso se debía a que mi personalidad es mucho más fuerte que la de Hinata – San, vamos Naruto no es un misterio de que ella siempre ha sido muy tímida, aunque su forma de ser cambió mucho después de la muerte de… Neji – La chica simplemente bajó la mirada algo decaída, si bien el compañero de Lee había dejado este mundo siendo bastante frío con los demás con el tiempo había logrado entender su forma de pensar.
- Lo sé, prometí protegerla por él, de hecho estoy muy feliz de que hubiese confiado en mí, estoy orgulloso de él Sakura – Chan.
- Bueno entonces, lo mejor para confesártele a Hinata, será sorprenderla, ¡Y NO ME REFIERO A INVITARLA A COMER RAMEN!
- Eh! Sakura – Chan! ¿Desde cuándo lees la mente? – El rubio había sido descubierto por su amiga de toda la vida ganándose más de un golpe por su notoria estupidez, sin embargo gracias al hecho anterior había prestado toda la atención necesaria para que en este caso las cosas fueran diferentes.

-. End Flash Back.-


Y así justamente se encontraba caminando por las renovadas calles de Konoha un chico de 18 años quién desde lejos era ver el retrato de su padre "El cuarto Hokage", con la única diferencia de que su piel era más oscura y su rostro poseía las marcas de unos bigotes cargando en sus manos un ramo de flores que le había comprado en la florería a la madre de Ino. No estaba seguro de que aquel plan fuese a resultar, nunca había tenido el tacto suficiente con las chicas, sin embargo tanto Sakura como la joven Yamanaka le habían asegurado que ese sería el gesto más romántico e ideal para una cita y una confesión. Sin embargo mientras iba ensayando su improvisado discurso rumbo a la mansión Hyuuga pudo percatarse de que dos de sus amigos venían en dirección contraria con un semblante bastante serio para ser un día casual, habían resultado ser Kiba y Sai, ambos se veían preocupados, aunque no dudaron en detenerse frente a Naruto en cuanto le vieron, notando a tiempo las flores que el chico había intentado ocultar. No tardaron en informarle ambos de que una misión tipo S se había presentado y que justamente Sakura y Hinata ya estaban en la oficina de Tsunade recibiendo las indicaciones para llevar a cabo el encargo pedido, sin dudarlo Naruto se unió a ellos quedando en medio de aquel pasaje el ramo de flores abandonado a su suerte.
.**.
- Es una misión tipo S, si los he citado a los 5 es porque en estos momentos sus habilidades de lucha están al nivel necesario.
- Tsunade – sama estamos a su completa orden, díganos de que trata todo esto – Había hablado Sakura con su rostro bastante afligido mientras una seria Hinata escuchaba atenta las palabras junto a sus tres compañeros restantes, entre ellos aquel niño rubio que tanto adoraba.
- Me han llegado reportes de una nueva alianza que sigue los ideales de Madara, al parecer están buscando los grandes tesoros que alguna vez formaron parte de la leyenda del nacimiento de los ninjas. – Indudablemente todos los presentes quedaron pasmados al escuchar aquellas palabras, ¿Seguidores de Madara? ¿Cómo era posible aquello?.
- ¡Vieja Tsunade! ¿cómo es posible eso? En la misma guerra que tuvimos fuimos conscientes de que muchas de las cosas sagradas fueron selladas e incluso eliminadas.
- Naruto tiene razón Tsunade – Sama – Kiba no tardó en tomar la voz mientras que Saí solo esperaba a que la mujer sentada en su escritorio continuase con los detalles faltantes.
- En la pasada guerra fuimos conscientes del renacimiento de leyendas que creíamos no existían, nos dimos cuenta que estábamos errados, sin embargo no solo los objetos que poseían Kinkkaku y Ginkkaku de la aldea de la roca fueron los únicos. Actualmente cada país posee alrededor de 10 objetos sagrados, incluyendo las máscaras de Shinigami del Santuario Uzumaki que están en nuestras tierras.
- Tsk… - Kiba simplemente frunció el seño junto a Akamaru quién observaba a su amo con un grado de confusión.
- Su misión consiste en involucrarse en la aldea de la Niebla, según uno de los ninjas de nuestra aldea que trabaja momentáneamente en los registros de estos artículos mañana a medianoche habrá un intercambio de objetos con dos de estos integrantes de aquella sociedad llamada "Gongtetsu" en el puente que une nuestros países. Sé que esta misión será un éxito, confío en ustedes: Sakura, Hinata, Kiba, Akamaru, Sai, Naruto.


Y así los cinco ninjas partieron rumbo a una misión que jamás pensarían sería tan complicada; gracias a su experimentada rapidez consiguieron llegar antes de que cayese la noche en aquel pequeño pueblo, y como era de esperarse llevaron cabo la misión tal cual Tsunade se los había dicho, Naruto había decidido que e cuanto completaran aquel encargo sería capaz de decirle a Hinata que sus sentimientos hacía ella ya no se basaban en los de amistad sino en algo mucho más fuerte. "Seré capaz de decirle que me gusta".


Al llegar al puente en donde se haría el intercambio no tardaron en ser descubiertos por sus enemigos, siendo enfrentados de inmediato por una pareja de shinobis que jamás en su vida habían visto, dijeron llamarse "Akito" y "Chizaki" ambos al igual que Akatsuki llevaban tachadas sus bandanas notándose claramente que en algún momento de su vida habían pertenecido a la aldea de la Arena y de la Lluvia. Decir que fue una pelea fácil sin lugar a dudas hubiese sido mentira, ambos habían resultado ser más poderosos de lo esperado, y pues aunque Sakura era una experta ninja médico estaba consciente de que las heridas de Akamaru y Kiba no sanarían de forma fácil, pues la chica que se había enfrentado a ellos tenía la capacidad de destruir las células del cuerpo con que solo tocaran las burbujas que en el aire había dejado.


- Razen Shuriken! – La voz de Naruto retumbó en aquel puente al mismo tiempo que su chakra se liberaba de su mano para ir Directo a sus enemigos, obviamente había intentado ser cuidadoso, pues Hinata y un dañado Sai estaban en medio de aquella unión combatiendo arduamente con Akito, quién había moldeado su cuerpo como una roca. – HINATA! SAI! DEJENMELO A MÍ!
- ¡Sí! – Intentaron responder ambos mientras de apartaban del puente para que la pelea siguiera, sin embargo algo que nadie esperaba ocurrió. Tal como aquellos ninjas extraños lo habían premeditado, el Razen Shuriken simplemente traspasó el cuerpo de la chica e impactó directamente en las rocas y cuerdas desgastadas de aquella estructura; naruto como pudo salvó ileso al igual que sus enemigos, Sai también, pero Hinata debido a una técnica de ataduras por parte de Akito quedó atrapada en aquel lugar observando aterrorizada como aquel puente se desmoronaba de a poco.
- NARUTO HINATA ESTÁ ATRAPADA EN EL PUENTE! – El grito de Sakura fue suficiente para que el rubio usara la fuerza de Kurama alcanzando a llegar justo en el momento en que sus enemigos desaparecían y la morena se sujetaba a duras penas de las rocas sueltas del puente.
- HINATA! SUJETATE TE AYUDARÉ! – Naruto estaba desesperado, había usado bastante Chakra propio, y de Kurama, ambos estaban agotados y por ello estaba consciente de que si no era rápido no podría hacer nada para salvarla.
- Na…Naruto – Kun gracias… por venir a salvarme..
- Hinata, espera hablaré con Kurama él debe ayudarme – Dentro de su mente Naruto intentaba hablar con el Kyuubi para que pudiera ayudarle, pero al parecer las burbujas que Chizaki había reventado en su cuerpo no solo le habían afectado a su Jinchuuriki sino que también a él un Bijuu de Elite.

"Es extraño Naruto, mi chakra no puede fluir hacía ti, es como si aquellos rivales de antemano hubiesen sabido como bloquear mis poderes, no puedo ayudarte en más"

- NARUTO, HINATA! LAS ROCAS NO SOPORTARAN SU PESO EL PUENTE SE DESTRUIRÁ! – Kiba está muy mal herido, el hecho de ver a dos de sus compañeros al borde de la muerte una vez más le tenía muy impactado, por su parte Sai había perdido el conocimiento y Sakura estaba tan dañada como los demás
- Naruto – Kun – La chica estaba convenciéndose de que su destino estaba siendo escrito en aquel momento, su vida estaba llegando a su fin, y pues tal como se lo había dicho al rubio hacía casi un año, ahora se encargaría de repetírselo. – Neji Nii – San te lo dijo… yo estoy preparada para morir por ti…
- No Hinata no digas eso ahora... –Las rocas crujiendo bajo su cuerpo estaban avisándole que el tiempo se acababa.
- Cuídate Naruto – Kun, y no olvides que te amo. – Justo en aquel momento Hinata deshizo el agarra y con ello varias rocas junto a su cuerpo se dejaron caer al vacío al mismo tiempo que el joven Jinchuuriki impactado veía como el cuerpo de la mujer que quería se perdía en la oscuridad de aquel acantilado junto a sus sueños y el hecho de proyectarse una vida con ella.
- HINATAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA A!


Aquella noche solo tres personas fueron testigos de una de las penas más grandes de aquel chico que desde su pequeña edad juró convertirse en Hokage, aquel que lo único que deseaba era ser reconocido por las personas de su aldea.

martes, 12 de febrero de 2013

More than just Work, a fun and exciting mission [PROXIMAMENTE]

Título: More than just fun, a fun and exciting mission
Género: Heterosexual, UA, RTN, Romance, Humor, Drama, Lemon, Aventura
Clasificación: +16
Couple: SasuHina / SaiNo / NejiHina / SasuSaku
Nota: Naruto y todos sus personajes no me pertenecen, ellos son de exclusiva propiedad de Masashi Kishimoto.




 More than just work, a fun and exciting MISSION






"Sasuke Uchiha es uno de los mejores Ninjas de Konoha, perteneciendo a uno de los clanes más importantes de esta pequeña y oculta aldea. Sin embargo posee un gran defecto, el ser un mujeriego de tomo y lomo, además de ser un amante de la vida bohemia
Sin embargo su vida dará un vuelco cuando se le encomiende la misión de rescatar a una de las herederas del Clan Shibazaki teniendo que unir fuerzas precisamente con una de las mujeres más complicadas de su nación Hinata Hyuuga una famosa investigadora del departamento de Inteligencia quien a simple vista destaca por ser una sensual mujer poseedora de un carácter de los mil demonios.
¿Podrá Sasuke lograr una amistad con una mujer de piedra?
¿Durante su misión llegará a ocurrir algo más que insultos y golpes? "


PROXIMAMENTE EN TWAF
NO TE LO PIERDAS!

jueves, 11 de octubre de 2012

Un amor Celestial



Título:Un Amor Celestial
Género: Yaoi, Angustia, Drama, Romance, Humor, Lemon
Clasificación: +13
Couple: SUPER JUNIOR// KangTeuk, HanRy, SiHae, EunMin
Nota: Super Junior no me pertenece, su marca así como la vida laboral de los participantes de esta historia son propiedad de SM Enternaiment.



                                                                        Prólogo





La nieve caía lentamente desde el cielo, dejando una leve escarcha blanca al tocar el frío pavimento, pero, a pesar de ser tan helada, los niños disfrutaban jugando con ella, ya fuese haciendo figuritas o solo arrojándolas por diversión. Yo les miraba con ternura, pues, como me hubiese gustado disfrutar de todo lo que ellos tenían en la actualidad, pero, esa etapa ya la había pasado y no se podía volver atrás por más que uno quisiera.
De pronto me detuve fuera de la cafetería que en mi adolescencia frecuentaba, no había cambiado nada al igual que las casas del barrio, tal parece que el único que no concordaba con ese cuadro perfecto era mi presencia y bueno era entendible ya que desde aquel día nunca más volví a saber nada sobre esas personas, me olvidé completamente de todos y me aislé para no seguir causando más daño.
Y ahora por azares del destino nuevamente estaba ahí, caminando por la misma acera que más de 3 años había pisado en compañía de aquella persona tan especial, de la cual nunca más supe nada.

“¿Estaría bien?¿Viviría aún en esa roñosa casa?¿Me recordaría?”

Miles de preguntas taladraban mi cerebro de forma extrema, pero no podía responder a ninguna, pues ni siquiera sabía si él me había perdonado.
El estruendoso sonido de mi móvil me sacó bruscamente de mis pensamientos, era mi amigo, la única persona que había confiado en mí cuando todos me habían dado la espalda, la única persona que podía entender a este ser desgraciado que había caído en un mundo lleno de desilusiones y desesperanzas. Con una de mis manos tomé el aparato y lo acerqué a mi oído no tardando en escuchar su masculina voz.

- Hyung, ¿Eres tú?
- Sí, soy yo, creo... – le respondí sarcásticamente mientras una leve sonrisa se formaba en mis labios, en aquellos momentos ya había pasado la cafetería
- No estoy para bromas Hyung, ¿En dónde estás?
- Tuve que salir de la capital por asuntos de trabajo, ¿Por qué?, te preocupa no verme.
- Por supuesto que me preocupas, o es que olvidaste que somos amigos

- “ Amigos”- una palabra que creí nunca más volver a escuchar- Lo sé, y perdón por preocuparte, prometo avisarte cuando salga de viaje para que no me este controlando por celular, sabes, cualquiera que nos escuchara pensaría que eres una novia celosa que desconfía de su pobre novio
- OYE YO NO SOY NINGUNA CHICA CELOSA, SOY UN CHICO, ¡Y NO SOMOS NOVIOS!- Escuché desde el auricular, lo cual me dejó con un agudo sonido en mi oído dañando
- Bien, tú no eres nada de eso, pero admite que tengo razón
- NO

- Esta bien, está bien – Respondí con voz cansada tomando asiento en un banco que está ubicado en una placita pequeña, esta vez escucho su voz más calmada
- Solo quería decirte que te cuides, y que no te deprimas con cosas del pasado, escuchaste Hyung
- Cómo digas dongsaeng, te prometo no deprimirme durante estos días que estaré lejos de ti, ¿Mejor?
- Sí hyung, ahora debo cortar, tengo clases de cálculos, y tu sabes que los números no me adoran mucho, adiós, suerte

- Adiós – digo cortando la llamada pero sin guardar el teléfono, me lo quedo mirando mientras mi dedo acaricia la pantalla en donde sale una foto de ambos llenos de crema. Rio con los recuerdos que llegan a mi mente, pues en realidad a pesar de nuestras diferencias de carácter no podemos estar separados mucho tiempo, será esto que siento por él solo ¿Amistad?

Muevo mi cabeza de un lado a otro hasta cuando ya me siento lo suficientemente mareado como para continuar, no debo pensar en eso, no puedo volver a confiar en una falsa ilusión, o sino mi corazón volverá a romperse, al igual que aquella vez...

Me doy cuenta que estoy solo en aquel lugar embargándome rápidamente una gran necesidad de abrazar algo para relajarme, ¿Pero qué?. Con una auto- bofetada me vuelvo a controlar quedando así nuevamente parado en aquel terreno blanco para dirigirme al hotel en donde me hospedo. Ya más relajado vuelvo a tomar el tren de mis recuerdos, pero esta vez los de cómo fue que conocí a mi guardián, a la persona que llegó a sacarme del abismo en el que me encontraba

“Kangin”



Timeless


Título: Timeless
Género: Yaoi, Angustia, Drama
Clasificación: para toda aquella que desee leer este fic
Couple: SUPER JUNIOR// QMi
Nota: Espero lo disfruten mucho, fue escrito en un momento depresivo, de verdad no quiero hacerlas llorar (?)






...Timeless...




Las hojas caen lentamente desde los árboles, danzando junto con el compás del viento en una sonata cómplice que solo ambos conocen. El cielo ha perdido sus tonos vivaces para dar comienzo a la hermosa noche acompañada por la Luna, aquel astro que tantos corazones remueven con solo aparecer en tan inmenso manto.
Mi paso es lento, pues quiero grabar cada imagen que vea, cada objeto que aparezca, ya que a mi lado se encuentra la persona que me hace tener ese pensamiento, aquel hombre que se ha incrustado de tal manera en mi corazón que me ha vuelto un esclavo sin vida propia.
Lo miro de forma fugaz, su sonrisa es tan hermosa y al mismo tiempo tan dolorosa, él no lo entiende, cree que con ese gesto también logrará despertar algún sentimiento en mi enfermo corazón, pero al contrario, esa sonrisa me está matando poco a poco. Su alegría me daña, me hace sentir sucio e impuro, me hace darme cuenta que mi vida y la suya son muy diferentes.
Deseo gritarte, golpearte e incluso culparte por todo lo que me hace sentir, pero soy cobarde, un maldito cobarde que ni siquiera puede herirte por más que lo intente. Soy tan patético que me doy asco.
Escucho que me hablas, pero no quiero responderte, tengo miedo de fallar y en un segundo demostrarte quien soy en realidad, temo ser descubierto por esos ojos oscuros, no quiero que destruyas mi máscara que tanto me ha costado construir. Otra vez oigo tu voz, solo que ahora noto que estas más cerca de mi rostro, me sonrojo desviando la mirada, no quiero verte, no puedo mirarte de la forma en que tú lo haces. Odio tanto esa mirada, pero al mismo tiempo la amo; ella es la responsable de mi martirio, porque me robó el alma desde la primera vez que se cruzó con la mía, volviéndome tu esclavo incondicional, un ser que ya no sabe ver su futuro sin tu persona.
Me comentas sobre el paisaje y te pones a recordar los momentos vividos hace más de un año en aquel lugar en compañía de los demás chicos de la sub – unit. Yo por mi parte asiento en silencio tratando de evitar todo contacto con tu rostro. Continuamos aquel paseo en completa calma, una terrible calma que me está ahogando de manera monstruosa a medida que cada segundo transcurre.
El ringtong de tu móvil comienza a sonar de forma estridente, ambos nos detenemos, él para contestar y yo...

- Álo... – escuchó su voz nuevamente saludando a su interlocutor, te miro encontrandome con una extraña sonrisa que escasamente utilizas, aquel gesto que solo formas cuando esa persona te llama – Hyung, tanto tiempo sin hablarnos... si estoy bien gracias... yo también te extraño.
“Té extraño...”


Aquellas dos palabras que pronuncias me hacen darme cuenta de la realidad. Apresuro el paso, no quiero ver cómo le confiesas tu amor a esa persona, ya estoy harto de siempre fingir alegría y hacer como si nada pasase.
Te odio, te detesto... pero también te necesito, te quiero... te amo. Amor. Aquel maldito sentimiento que solo ha conseguido destruir mi vida, aquel sentimiento que se supone puede mover montañas e incluso puede lograr cosas increíbles si es correspondido, pero también puede acabarte, puede destrozarte si la respuesta no es lo que uno espera. Llorar, eso deseo, quiero desligarme de este peso que no me deja respirar, quiero llorar para derretir estas cadenas que me atan a ti.
Finalizas la llamada y corres en mi búsqueda, llegas agitado a mi lado producto de la pequeña carrera que hiciste para alcanzarme, me preguntas por qué me veo tan molesto y yo solo atino a ofenderte, pero en vez de desaparecer tu sonrisa sigue ahí, de hecho se te ve más alegre después de aquella llamada e incluso en tus ojos logro captar un brillo especial que antes no tenías.

“¿Por qué no puedo lograr lo mismo que él?”



Te pregunto por la persona que te ha llamado, sé quién es, pero conservo la esperanza de que esté equivocado. Me respondes un poco sonrojado dándome el nombre de aquel ser que tanto desprecio. De aquel sujeto que te llevó de mi lado.
“SungMin”


Empuño mi mano reteniendo el dolor de mi corazón, la ira por no tenerte me está envenenando el alma. Soy un ser despreciable, estoy lleno de odio, de envidia y de necesidad por ser correspondido por tus labios, por tu cuerpo. Pero... tú no me quieres, no como a él, para ti la única persona que te mantiene con vida es aquel chico rosa. Es tu pasado, tu presente y tu futuro, es tu mundo, tu universo. Y yo...
“¿Qué soy yo para ti?”


Te pregunto cuánto lo amas y tú me respondes que morirías por él. Me detengo, te detienes. Te miro y tú también a mí, los dos estamos solos en aquel lugar que poco a poco comienza a ser alumbrado por los faroles, mientras te miro una sonrisa se forma en mi rostro, tú no me entiendes estas confundido, no sabes porque sonrió y yo tampoco quiero que lo sepas, una lágrima cae de mi mejilla perdiéndose en el frío pavimento, te sorprendes, en cambio yo no. Otra lágrima sigue a la primera y así comienza a derrumbarse mi máscara, veo tu preocupación, estas confundido, no encuentras explicación a mi extraño comportamiento y en parte logro entenderte. Aunque siempre trate de huir, yo soy el único que no supo admitir que desde el primer día que te vi, tú ya no me pertenecías, nunca fuiste mío y quizás nunca lo serás. Quiero correr lejos de ti, ya no puedo seguir con toda esta farsa, fingiendo felicidad cuando en realidad no la siento, diciéndoles a todos que estoy bien, cuando poco a poco siento que la vida se me escapa de las manos.
Te acercas a mí, quieres consolarme, pero yo no puedo ser consolado. Me tocas con tus tibias manos quemando mi rostro provocando un terrible ardor, huelo tu esencia y me doy cuenta que estás impregnado de él, le perteneces a ese hombre, ya no puedo hacer nada.
Con mi mano te aparto de mi rostro, el cual aún está empapado por las lágrimas, comienzo a correr por el sendero del parque. Escucho como gritas mi nombre, pero te ignoro, me gritas preguntándome que me ocurre, y yo no quiero responderte. ¿Por qué no puedes ver que tu presencia me está matando?, Qué de solo escuchar como tratas de pedirme explicaciones agotas mis energías. ¿Qué es lo que te impide ver mi realidad?. Siento como tomas de mi muñeca deteniendo mi carrera, me obligas a mirarte tomando con tu mano libre mi rostro, por unos segundos te miro pero rápidamente vuelvo a desviar la vista. Quiero que me sueltes, deseo huir de tu lado, viajar lejos de aquí para no seguir sufriendo como lo estoy haciendo. Tienes que seguir tu vida en compañía de aquel chico y para eso tengo que desaparecer. Porque estoy maldito, desde el día que acepté este amor me maldije para toda la eternidad, por haber incubado este amor en mi corazón comencé a perder la razón, y me volví la marioneta del odio y el despecho.

“¡ZHOUMI!”


Vuelves a decirme en voz alta mientras me volteas para que pueda encararte, no te contesto, ya no puedo contestarte, porque la persona que llamas ya no existe en este mundo. El carismático Zhoumi que siempre veía todo con alegría, murió. Tu amigo, el que siempre te defendía de tus hyungs no pudo luchar contra mí, porque ese Zhoumi era feliz viéndote con él, a ese chico al que llamas no le importaba si tú no lo querías como él te quería. Era patético, me estorbaba, me asqueaba, por eso lo asesiné. Por esa razón ya no puedo corresponder a tus llamados de atención, yo no puedo conformarme con una sonrisa y unas palabras de adviento, no puedo quererte como amigo.
“Porque yo te amo...”


Te separas de mí, tu mano ya no me sujeta la muñeca, al contrario solo me miras con tu típica sonrisa, me hablas con ternura y me prometes ayudarme en todo lo que me este pasando, al oír tus palabras exploto en llanto, con odio te recrimino lo que siento, y entre la ira y la tristeza se descubre mi secreto, aquel secreto que tanto dolor me ha causado. Te quedas perplejo, no sabes cómo responder ante aquella confesión, mi llanto cada vez es más notorio y tú no haces nada al respecto, quizás te culpas por lo que te voy gritando a medida que aquel líquido corre por mi rostro quemando cada centímetro de mi piel como una placa de hierro ardiente. Te grito lo destruido que estoy, lo horrible que es pasar noches enteras torturándome con tus vivencias y las de aquel chico rosa. Agacho mi mirada, me duelen ambos ojos, pero, aún así, sigo llorando.
De pronto siento como un par de brazos me rodean, me desconcierto y veo que tú también estas llorando, nunca te había visto tan triste como lo estoy presenciando ahora. Con mis crueles palabras he conseguido lo que nunca quise. Te lastimé, herí a la persona más importante en mi vida.
“No sigas... por favor... detente, no quiero verte llorar, ese nunca fue mi propósito... yo no quería...”


Tu abrazo se vuelve cálido, quiero separarme, pero no puedo, me dejo llevar por tu cuerpo correspondiendo aquel gesto. Me dices a mi oído que todo esto va a pasar, que me quieres, pero solo podemos ser amigos. Tu corazón ya tiene dueño y nadie más puede ocuparlo, lloro con más fuerza. Soy un tonto. Por haber creído que algún día te darías cuenta de lo que sentía y así, ambos formaríamos una vida juntos. Escucha mis gemidos acercándose más a mí. Esta vez está más calmado cuando me habla, pero al mismo tiempo puedo deducir que le cuesta decir aquella palabra.
“Perdóname”


¿Por qué esa palabra?, ¿Por qué ahora?. He parado de llorar, ya no tengo pena ni tampoco odio, quizás lo que siempre anhelé fue escuchar eso de ti. Aquella palabra que me demuestra que en realidad te importo. Me sonríes nuevamente, pero esa sonrisa no es la que acostumbras a dar, es diferente, esa sonrisa es para mí, no se parece en nada a las demás.
Limpias los restos de lágrimas que están en mis ojos y me tomas de la mano, siento que una nueva sensación nace con ese roce, me siento por unos momentos querido.
Sé que quizás lo nuestro jamás sea, pero, al ver que tú también te preocupas y me tratas de dar tus motivos para no corresponderme me hace tranquilizarme, quizás ese Zhoumi que creí muerto aún este vivo en mi interior, pues cabe la posibilidad que tú lo hayas hecho revivir, con cada caricia que me has dado y con cada palabra que me has dicho.
Sé que saldré adelante, porque tú has llegado a salvarme de esta oscuridad, y aunque nunca me correspondas como lo deseo siempre estarás para apoyarme, por mucho que te odie, por mucho que te ame.
“Porque lo que siento por ti es eterno
Te amo KyuHyun...”

Fin

martes, 9 de octubre de 2012

Crazy Love



Capítulo 2: Mi primer día en la prisión



 

De pronto me sentí tan cómoda en donde estaba que creí que todo lo que había vivido en ese callejón era solo una pesadilla tonta que había tenido; pero rápidamente me deshice de esa idea cuando me remecieron para despertarme, con lentitud abrí mis parpados y me encontré de frente con la fría mirada de uno de los hombres que seguía las ordenes de mi raptor, quise pedir ayuda por la ventana, pero mis manos estaban atadas, y mis labios no podía reaccionar, de seguro el químico que había ingerido debía tener anestesia, miré por la ventanilla y me percaté de que aquel lugar no lo conocía, las casas eran hermosas y rondaba el silencio. En esos momentos me alegré de haber sido secuestrada, pues pude conocer un mundo que me era inalcanzable. El carro comenzó a disminuir la velocidad, ya que habíamos llegado a una mansión bastante antigua que no dejaba nada a la imaginación, era preciosa. El hombre que antes me miraba abrió la puerta del auto, vi que mi raptor estaba esperándonos en su moto; hablaron unos minutos y después escuché como abrían la puerta de mi lado; el pánico se me volvió a hacer presente, temía morir en un lugar desconocido y sobre todo sin siquiera haber tenido un novio o algo por el estilo, un tipo me quiso bajar, pero me resistí agarrándome de los bordes del auto, no quería seguir ahí, quería irme a mi casa para ver a mi familia y seguir con mi ordinaria vida. El hombre no pudo contra mi fuerza, cosa que no discuto pues esa era una de mis habilidades, después de un rato vino otro tipo y entre los dos me sacaron de mi pequeño escondite. Quedé de frente ante aquel chico tan apuesto, quien tenía una mirada ausente, carente de vida.- “Como un títere” - de pronto se quedó mirándome y eso me puso nerviosa, rápidamente desvié la mirada, no quería que se enterara de lo que segundos antes estaba haciendo.

-  Señor aquí está la chica, ¿Qué hacemos con ella?
-  Por el momento llévenla a una habitación, y por nada del mundo la dejen salir, más tarde hablaré con ella, ahora debo ir a ver a mi padre.
-  Como usted diga señor- le respondió el tipo de negro volviendo en sus pasos y tomándome de uno de mis brazos al igual que el otro. No puse resistencia, tampoco era tan tonta como para intentar escapar con tanta gente.

Me condujeron a una estancia bastante amplia, todo estaba sumamente decorado con lo necesario, era una habitación perfecta, que de seguro hubiese disfrutado el estar ahí a no ser por las circunstancias en las que me encontraba. Me senté en la blanda cama y no pude evitar pensar el por qué de mi secuestro, se suponía que tenía que haber muerto hacía más de media hora, - ¿Que hacía en ese lugar?, ¿Qué era lo que en realidad querían hacer conmigo? Tanto pensar me llevó a una conclusión. Les haría la vida imposible.

----

Después de que aquella chica fue subida al auto me encaminé en mi motocicleta a la mansión en donde residía. Llegué mucho antes que mis guardaespaldas, y aproveché de llamar a mi padre, este me respondió que en aquellos momentos venía de una reunión, y que no llegaría a casa hasta dentro de un cuarto de hora. Colgué el teléfono y me puse a esperar a aquella chica.
Cuando al fin llegó el auto vi como esta se resistía a salir, de seguro estaba asustada, y en realidad eso a mí no me interesó; no podía dejarla libre, corría el riesgo de que confesara todo, Katsuya se acercó a mí para decirme que no podía con ella, tenía mucha fuerza. Entonces mandé a Ninohara para que le ayudara, y así consiguieron quitarla del auto. Ambos se acercaron con aquella niña, quien en ningún momento me quitó la mirada de encima; extrañamente me incomodaba aquel acto, me sentía inseguro, desprotegido, como si ella pudiese saber todo lo que pensaba yo en esos momentos. Decidido a no dejarme vencer por aquella desconocida, la encaré, y lógicamente esta desvió su vista. Mis guardaespaldas me preguntaron en donde tenían que dejarla, yo solamente les respondí que a alguna habitación que estuviera en uso, y por supuesto que no la dejaran sola ni un segundo, Katsuya y Ninohara asintieron con la cabeza y partieron rumbo a la mansión con la sumisa chica. Justo en esos momentos llegó mi padre, quien venía de muy buen humor. Me llevó a su despacho y me preguntó sobre la misión, no le mentí en lo que ocurrió en esa persecución y en las consecuencias que trajo, tampoco le negué la existencia de una testigo, aún sabiendo que eso lo desconcertaría.

-  ¡Pero qué dices! ¡Estás loco!-  Me gritó alterado, eso era obvio, se suponía que no debía verme nadie, pero sus gritos y cólera en aquellos momentos eran una simple reacción de rutina.- ¿Qué vas hacer con ella?
-  Si quieres que la mate no tengo ningún problema- Le dije mirando mi revolver
- ... – por unos instantes vi como su rostro se tensaba, era complicado después de todo, pero mi propuesta no salía de la norma- ¿Qué edad tiene?
-  Es estudiante... - Respondí cortante
-  Entonces no puedes- Me dijo recobrando su serenismo- en el momento que la trajiste a esta casa eliminaste esa posibilidad
-  ¿Por qué?, Yo no le veo lo extraño
- De seguro sus padres deben estar preocupados, además, nosotros no matamos por placer, solo lo hacemos para salvar nuestro pellejo
-  ¿Y lo que hiso ella no nos expone a la captura?, Si la asesino también estaríamos salvando nuestro pellejo, no crees
- Le respondí con molestia, nunca le había visto tan complicado, quizás jamás había tenido testigos de un asesinato, por eso le costaba tanto decidirse.
-  Pero ella no quiso presenciar todo aquello Yunho, entiende eso
-  Entonces, ve luego al grano, no tengo tiempo para juegos
-  Ella vivirá en esta mansión hasta cuando pase todo este problema
-  Y ¿Por qué aquí?
-  Si la dejamos libre pueden capturarla y torturarla para que diga quienes fueron los asesinos de su jefe.
-  ¿Y quién la cuidará?
-  Ni modo... - Dijo mi progenitor dando un profundo suspiro - Ya que tú la trajiste hasta aquí, tú te harás cargo de ella
- ... - No quise responder aquello, no tenía la necesidad, ahora solo debería cuidar a esa mocosa hasta cuando su vida no corriera peligro.

Salí del despacho echando maldiciones por lo bajo; en el pasillo me topé con Ninohara quien me comentó que aquella chica no había parado de cantar y hablar fuerte en la habitación. Esa noticia me alteró más todavía, por culpa de esa maldita mocosa mi plan se había truncado; Ninohara me miró asustado, raras veces me veían molesto, y esas escasas veces siempre terminaban con un herido de gravedad. Llegué hasta el cuarto en donde escuché como esa mocosa cantaba una canción de guardería, para después decir un trabalenguas, furioso abrí la puerta de un manotazo, la chica se asustó, pero no dejó de cantar su ridícula canción aún viendo que corría la suerte de morir de un balazo ahí mismo

-  Se puede saber que haces - Le dije con voz agresiva
-  Solamente estoy entonando un requiem antes de morir
-  ¿Un requiem?, estas demente
-  En una serie que vi siempre tocaban requiem cuando alguien iba a fallecer, y yo por supuesto no podía dejar pasar ese recuerdo, ahora si me disculpas déjame continuar con mi melodía - Me respondió desafiante mientras cerraba sus ojos y comenzaba a tararear una melodía que destrozaba mis tímpanos. Harto de todo aquello la tomé de uno de sus delgados brazos y la obligué a levantarse de la cama, la chica se sorprendió al ser tratada así
- Escucha mocosa del demonio, para tu información no vas a morir ni hoy ni nunca, al menos que quieras hacerme el favor
- ¿Q... ue?-  La noticia la había dejado desconcertada, quizás ya había aceptado el hecho de no seguir viviendo y ahora todos sus planes se habían arruinado
- Lo que escuchaste, asique ahórrate tu cancioncita de requiem y cállate de una buena vez- le regañé soltándola del agarre, provocando que callera de espaldas a la cama. Me miró sorprendida, pero no quiso referirse al tema, salí de la habitación y me dirigí a la mía. En ese día me habían ocurrido un montón de sucesos que no tenía ni siquiera pensados, y no estaba dispuesto a seguir soportando más

----


Aburrida de estar sin hacer nada comencé a cantar canciones de guardería, las cuales se me daban muy bien, al igual que los trabalenguas, sabía perfectamente que si subía mi tono de voz haría que esos tipos de negro se cansaran de mí. Aunque mis esperanzas de salir con vida de ahí eran de un... –100%, no me resignaba a estar encerrada. De pronto escuché como, la puerta se abría estruendosamente dejando ver a aquel chico del callejón, al parecer se veía muy molesto. Aún así, continué mi melodía, tenía que disimular el miedo de alguna forma. Esto le molestó más y no pudo reprimir las ganas de preguntarme lo que venía acumulando hacía unos momentos

-  Se puede saber que haces- me dijo con voz agresiva
-  Solamente estoy entonando un requiem antes de morir
- le respondí, aunque por dentro toda esa valentía que emanaba era por causa del pánico que sentía
-  ¿Un requiem?, estas demente
-  En una serie que vi siempre tocaban requiem cuando alguien iba a fallecer, y yo por supuesto no podía dejar pasar ese recuerdo, ahora si me disculpas déjame continuar con mi melodía - Le volví a repetir mientras cerraba mis ojos y comenzaba a tararear una melodía que me había enseñado mi madre cuando era pequeña, de pronto sentí un jalón en mi brazo, era él, quien me miraba con furia acumulada, su agarre me hacía daño, pero no le daría en el gusto de quejarme como una niña debilucha, como sucedía en la mayoría de los doramas que veía.
- Escucha mocosa del demonio, para tu información no vas a morir ni hoy ni nunca, al menos que quieras hacerme el favor
- ¿Q... ue?-  Eso me dejó descolocada, aquel chico me estaba diciendo que no moriría, al menos no todavía. Por un momento pensé en abrazarle y darle las gracias por la oportunidad que me había dado. Pero después me retracté, se suponía que él era mi captor así que no tenía que haber ningún grado de amistad entre nosotros
- Lo que escuchaste, asique ahórrate tu cancioncita de requiem y cállate de una buena vez- Me dijo tirándome en la cama para después salir por la misma puerta que había entrado.

Me quedé nuevamente sola en la habitación, y ahí no pude evitar liberar las lágrimas que estaban intentando salir hacía más de una hora; me las sequé rápidamente, no podía llorar, no podía caer en el típico show de las protagonistas de teleseries mexicanas, en una silla había un pijama blanco. Me desvestí y me puse el pijama, mañana sería otro día, y tal vez nada de lo que me estaba ocurriendo sería real. - “Como una pesadilla”.-

----
 Al día siguiente todo parecía estar en calma, cada integrante del hogar algo misterioso en donde residía Yunho cumplía con sus labores, sin embargo todo aquel fresco perfecto se vio crisado en cuanto unos fuertes pasos y unos gritos provenientes de la salida del lugar llamaron la atención de cierto castaño, quién sin pensarlo mucho se levantó completamente furioso tomando una bata de seda que se encontraba colgada al costado de su puerta corrediza.

-  ¡Que pasa! - Gritó este saliendo en pijama al pasillo principal
-  Señor, la rehén dice que quiere ir a su colegio
-  ¿Qué?
-  Lo que escuchaste, por lo menos déjame partir a mis clases, eso es lo mínimo que te pido - Se defendió la menor, quien vestía su uniforme de escolar e intentaba zafarse de los agarres en sus brazos por los guarda espaldas del lugar.
-  A ver... me parece que no entendiste, desde hoy ya no tendrás la libertad de antes mocosa
-  ¿Q... u... e?
-  Te informo que desde ahora en adelante serás mi mascota, y yo haré contigo lo que me plazca, oíste
- ¡TU MASCOTA! – Fue el grito que profirió la morena al enterarse de los planes que tenía su captor para con ella, definitivamente la vida de aquella chica ordinaria había pasado a depender de alguien más.